Pedagogías de la Inclusión y la Cooperación
Esta pedagogía propone una
reestructuración de los procesos de enseñanza en los cuales existía una muy
delineada categorización de estudiantes. La finalidad de esta pedagogía
aumentar los alcances de la educación llegando a todos sus estudiantes sin importar
su condición y siendo flexibles para adaptarse a las necesidades de dichos
estudiantes. Desde mi perspectiva, siento que este ideal de la pedagogía podría
traer muchos beneficios para los estudiantes en factores como motivación, y
aprendizaje significativo moldeando las metodologías de manera que se adapten a
las diferencias de los estudiantes. Si llevamos estos ideales y los comparamos
con la realidad actual en Costa Rica, es evidente que se tiene un reto muy
grande ya que todavía existe un común denominador el cual es la aplicación de
las adecuaciones curriculares. A mi parecer, esto genera un doble discurso que
nunca tendrá fin.
En segundo lugar, las
adecuaciones curriculares buscan la manera de atender a los estudiantes con
necesidades especiales de una manera un poco diferenciada pero siempre dentro
del mismo salón de clase. Existe el pensamiento de que esto no debería
funcionar así ya que estos estudiantes podrían no estar recibiendo una
educación de la manera más adecuada, además algunos estudiantes se podrían
sentir un poco incómodos al recibir un trato diferente o especializado a
comparación de la asistencia que reciben sus compañeros. Aunque se haya
intentado eliminar ese sentimiento del proceso, pienso que siempre va a estar
presente. Es ahí dónde existe un hueco en el planteamiento de estrategias. Es
imposible encontrar una forma para mediar el proceso de enseñanza en la que el
100% de la población quede a gusto. Por una parte, se crítica el ver a todos
los estudiantes por iguales, pero por otra parte no quieren que exista una
diferencia de trato.
Por otra parte, a pesar de los
ideales a favor y en contra de esta pedagogía, es importante analizar y
contextualizar esta pedagogía a la realidad costarricense de lo cual surge la
siguiente interrogante: ¿es posible que se les brinde toda la atención individualizada
necesaria a todos los estudiantes? No se debe dejar de lado los esfuerzos que
se han realizado en pro de la inclusión no sólo en los salones de clase sino en
general con la aplicación de la ley 7600. Pero en el contexto educativo y
partiendo de la idea de que todos tenemos capacidades cognitivas diferentes veo
un poco complicado que se pueda ofrecer una atención individualizada de calidad
a los estudiantes que más lo requieran. Siendo realistas, muchos de los centros
educativos, especialmente a nivel urbano, están sobrepoblados lo que se traduce
a grandes grupos de estudiantes, y en el caso de su servidor quien es docente
de la especialidad inglés, la reducida cantidad de lecciones que se brindan
para esta asignatura son pocas lo que dificulta un poco más el proceso.
Sin lugar a duda, el
implementar la inclusión y cooperación a los procesos educativos es un reto muy
grande para la educación costarricense tomando en cuenta muchos factores
limitantes como el mismo sistema defectuoso que plantea un modelo de educación
utópico que encaja con la realidad de la educación del país. Debo aclarar que
no hay nada de malo en soñar y proponer ideas que favorezcan el desarrollo de
educación, pero dichas propuestas deberían ser realistas y aplicables. En el
contexto costarricense es muy difícil atender las necesidades de los
estudiantes ya que en la mayoría de los casos no alcanza el tiempo para poder
atender a todos. Debería existir un control más estricto que regule el tamaño
de los grupos o una redistribución de horarios que permita atender a los
estudiantes como se debe. Incluso se podría implementar las horas estudiantes
como en las universidades públicas o al menos en el caso de la UNA. Como se
mencionó con anterioridad, no se puede complacer a toda la población, pero es
necesario buscar estrategias que favorezcan los aprendizajes. Finalmente, creo
que es necesario que siempre existan espacios abiertos de comunicación entre el
docente y sus estudiantes con el fin de que el docente conozca las necesidades
de sus estudiantes y se tomen en cuenta en la práctica educativa.