Introducción Y Capítulo I: Educación y
modernidad
El
texto que se nos propone trata principalmente de la pedagogía y su influencia
en la sociedad como herramienta de cambio tanto social como cultural. Los
autores proponen que la pedagogía cumple diferentes roles de acuerdo con el uso
o las necesidades sociales, culturales y políticas. Desde un punto de vista
personal, considero que esta visión acerca de la pedagogía sigue estando
vigente en la sociedad actual costarricense en la que factores como los
procesos de enseñanza y las mediaciones pedagógicas aceptadas genera un impacto
en la cultura del país. No está demás mencionar que, desde una perspectiva
personal, este impacto es bastante negativo creando individuos con mentes
vacías los cuales son altamente manipulables.
Los autores presentaron dos escenarios
clave tomando en cuenta las diferentes maneras de hacer efectiva la aplicación
de la pedagogía en la enseñanza escolarizada. En el primer escenario tenemos la
formación con ideologías anti-utópicas. En palabras de los autores, “Esta
primera forma de escuela no educa para la vida en comunidad sino para la vida
en la fábrica, en la maquila y para comprar en supermercados” (Gómez y Mora,
15). Muchos se preguntarán (o al menos deberían preguntarse), ¿y cuál es el
problema con esto? Analizando un poco en el trasfondo de esta ideología, se
puede ver que esta basada en la necesidades políticas y económicas de la
sociedad y que su objetivo principal es crear individuos que tengan la
principal, o incluso, única función sea trabajar como obreros y generar ingreso
económico a la nación. Además, en temas políticos, esto es sumamente
beneficioso para los gobernantes ya que los gobernados carecen de cualidades
que les permitan cuestionarse si las decisiones políticas que se toman tienen
un efecto negativo o no para ellos, y quizá es cuestionable si llegaran a tomar
acciones cuando encuentren que algo les desfavorezca. Lastimosamente, esto no
está lejos de la realidad costarricense. Cada año se ve que se intenta hacer
cambios en la formulación de la educación en este país sin embargo es evidente
que esos cambios no lleguen a ser efectuados como se debiera por culpa del
sistema. Al final se busca lo que sea más rápido y efectivo sin tomar en cuenta
los efectos que esto pueda tener en la sociedad. Aunque puede que esto no sea
un error sino una manera de establecer una sociedad de marionetas a las que se
les puede manejar como se mencionó anteriormente.
Por
otra parte, los autores presentaban la escuela utópica o emancipadora. Esta es
la contraparte de la versión antes mencionada. Sólo con analizar el nombre, se
puede inferir que su principal propósito es formar individuos que sean
conocedores y capaces de “defenderse” por sí mismos. En palabras de los
autores, “estas utopías críticas y revisionistas se enfrentan a un sistema
masificador, voraz y devorador y buscan liberar las conciencias y transformar
la sociedad consumista, individualista y autoritaria por otra más justa,
equitativa, igualitaria y democrática” (Gómez y Mora, 17). Esta sería una
realidad muy difícil de alcanzar en el contexto de la educación costarricense
en el cual el sistema simplista y mecanizado está presente y cada vez se ve más
arraigado en la sociedad. Una de las evidencias de esto es el nuevo sistema de
planeamientos de Ministerio de Educación Pública (MEP) en el que se alude la
creatividad y criticidad de los docentes haciéndolos copiar y pegar la
información en la cual se deciden sus mediaciones didácticas y pedagógicas.
Incluso generaciones nuevas de docentes se “echan a perder” por decirlo de una
manera coloquial, ya que, a pesar de recibir una formación diferente, el
sistema termina llevándolos al mismo destino.
Definitivamente,
el uso de la pedagogía en el contexto costarricense está tratando muchas
consecuencias negativas en la formación de los ciudadanos. Hace falta volver
algunas décadas atrás y analizar el contexto; aunque en un pasado la sociedad
se dejaba llevar por clases sociales, las personas buscaban maneras de salir
adelante ya sea innovando o educándose, incluso una persona que supiera más de
un idioma era una persona privilegiada. Aquí se genera la duda de ¿qué pasó con
ese deseo de ser una persona crítica y conocedora? Y ¿en qué momento la
sociedad se volvió conformista dejando de ir más allá de la educación?
Actualmente, este es uno de los más grandes retos que las futuras generaciones
de docentes tenemos. Hay que comenzar a generar cambios y aprender a dejar de
ser marionetas del sistema.
Referencia:
Gómez,
J. y Mora, M. (2011). Pedagogía del futuro. Educación, sociedad y
alternativas. Heredia, C.R.