¿Conocimiento para qué? ¿Conocimiento para
quién? De Edgardo Lander.
En esta lectura, predomina la
crítica hacia la importancia que se le da a la economía y al dinero comparado a
con otros factores de vital importancia para la vida. Esta problemática se
puede considerar bastante actual a pesar de que ha existido por mucho tiempo,
lo que ha provocado que la sociedad se transforme en una sociedad de mercado.
Ya no se consideran tan importantes las relaciones internacionales si no hay un
valor económico de por medio. Tristemente, acepto que hay mucha similitud entre
lo descrito por el autor y la realidad en la que vivimos, no únicamente
nacional sino mundial. Personalmente, creo que, desde la educación como agente
de cambio social, se debe buscar un cambio ante esta actitud, sin embargo, a
pesar de poner en práctica el pensamiento utópico de esto, es una tarea muy
difícil la cual requiere un cambio desde las políticas de cada país. A pesar de
eso, creo que es necesario explicar el rol de la educación para generar un
cambio al igual que el de las ciencias sociales y la importancia de analizar lo
que estamos haciendo con el planeta y sus recursos que cada vez se vuelven más
escasos.
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Desde la educación, se debería
implementar el pensamiento crítico como uno de sus pilares. Esto podría generar
personas conscientes y conocedores de su realidad gnoseológica, como se
mencionó en una lectura anterior. Además, con ese pensamiento crítico se puede
llegar a replantear la sociedad como se conoce, como lo mencionó el autor, a
veces es necesario hacer una pausa y analizar todo lo que sucede a nuestro
alrededor. Sin embargo, esto sería posible a un nivel más grande si todas las
personas fueran consientes y críticas. El problema es que esta realidad es muy difícil
de alcanzar, lo aclaro difícil pero no imposible al menos a mi parecer, ya que
desde las grandes potencias y para las personas de poder es mucho mejor que nos
mantengamos en la ignorancia ya que de ese modo ellos pueden sacar ventaja de
ello clara está en la situación actual y las relaciones internacionales.
Además, el autor menciona cómo
las ciencias sociales ignoran partes muy graves de la problemática social como
la discriminación explotación y los traducen simple y llanamente a pobreza. Sin
embargo, creo que esto tiene mucho que ver con el control de medios y de
información el cual es un problema real en muchos países del mundo. Lamentablemente,
este problema se ha denunciado por mucho tiempo si lograr llegar a una
solución. Este es un reto por superar por parte de las ciencias sociales y los
medios de comunicación. La suma de estos tres factores (educación, ciencias
sociales y medios de comunicación trasparentes) podría ayudar a eliminar el
pensamiento que existe en los países subdesarrollados por copiar a las grades
potencias como un esfuerzo para lograr el “éxito” que a final de cuentas es un
“éxito” económico.
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Finalmente, el daño producido por
esa carrera por ese éxito es más grande que los beneficios que se obtendrán de
él. Actualmente, a pesar de que han existido muchos movimientos que pretenden
reducir la explotación de los recursos naturales, el famoso desarrollo tiene
oídos sordos hacia dichas iniciativas. Aquí es dónde lamentablemente se aprecia
el poder que se le ha dado al dinero y la economía dónde el ser humano es capaz
de cambiar su planeta por dinero. Es por eso que reitero el comentario tan
acertado del autor en el que describe nuestra sociedad como una sociedad de
mercado. No hay interés en las problemáticas sociales que cada día crecen más o
en la explotación excesiva de los recursos naturales, lo único que importa es
la cantidad de dinero que se pueda producir que al final de nada sirve si
agotamos los recursos.
La situación global es realmente
lamentable, sin embargo, creo que lo mejor que podemos hacer es buscar
soluciones. Pienso que la mejor manera de salir de la opresión es por medio del
conocimiento o del saber. Por lo tanto, como docente, debemos replantearnos la
formación que se le está dando a los estudiantes y de manera crítica educar
para la vida y no para cada una de nuestras especialidades. Hay que ser esa
palanca que saque de la cabeza que lo único que se necesita para vivir bien es
el dinero. Hay muchos retos de frente como los que se mencionaron
anteriormente, pero siendo relistas, el imaginario actual de la sociedad no es
el mismo que se tenía hace cien años; o sea que aún se puede cambiar el
pensamiento consumista que se tiene, aunque nos tome mucho tiempo y no podamos
apreciarlo con nuestros propios ojos; lo importante es ser el agente activador
de ese cambio pero hacerlo lo antes posible.